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La diferencia entre ser y estar

Actualizado: 3 sept 2018


Piensa en tres características de tu forma de ser que más te disgustan.


Una de las principales dificultades que me toca abordar en la terapia de mis pacientes es la diferenciación entre el ser y estar. Parece ser, que al más puro estilo anglo parlante (“To be”), el estar en contacto con sentimientos, pensamientos y/o conductas de un mismo tipo por mucho tiempo, nos ha hecho creer que ser y estar es un solo estado, como si fueran la misma palabra.


Por ejemplo, el tener emociones, ideas o reacciones de tipo depresivas, rabiosas, inseguras o incluso ridículas por mucho tiempo, se ha transformado en la certeza de que somos personas depresivas, rabiosas, inseguras o ridículas.


Pero no. Ser y estar son cosas distintas. Ser implica Sujeto, haber o existir, mientras que Estar implica el modo actual de haber o existir. El modo actual, ¡no lo olvidemos!. El problema está en que cuando el modo actual se sostiene por mucho tiempo, pasamos a creer que ese modo es parte de nosotros, parte constitutiva, imposible de separar de lo demás, ya que nos identificamos con ello, creyendo que toca cada fibra de nuestro ser.


Esto es lo que sucede cuando ESTAMOS deprimidos por mucho tiempo o cuando ESTAMOS enojados con mucha frecuencia, es decir cuando entramos en estados crónicos de depresión o en la emoción de ira (que corresponde a la emoción básica de la rabia sostenida en el tiempo, independiente de su estímulo de origen, ya sea porque se asoció a pensamientos o nuevos estímulos). Comenzamos a olvidar que la tristeza y la rabia son emociones actuales, básicas, asociadas a un estímulo y terminamos por convencernos de que han estado siempre en nuestro interior, desde que éramos jóvenes, niños o incluso desde que nacimos.


Que no se malentienda. Con esto no quiero negar que hay personas que tienden a la depresión por alteraciones genéticas o personas que tienen el umbral de la rabia más bajo, por lo que la experimentan con más frecuencia, pero quiero desmitificar que quien se enoja con frecuencia ES una persona rabiosa o que quien lleva mucho tiempo sintiéndose triste ES una persona depresiva. Más aún, me atrevería a agregar que incluso en estos casos, hay partes de esas personas que no están afectadas o contaminadas por la tristeza y la rabia, el problema es que como dejaron de aparecer con frecuencia quedaron olvidadas.


El desafío por tanto es reaprender a activar nuestras partes sanas, saludables, para que recuperen su fuerza y vitalidad, poniéndolas en práctica (aunque en un comienzo se sienta forzado) para que como quien no ha andado en bicicleta por mucho tiempo, recupere su equilibrio y habilidad, permitiendo que nuestra mente y cuerpo hagan lo demás. Porque estas partes sanas también tienen memoria y si les damos el espacio volverán a funcionar.


Si al describirte tiendes a pensar cosas como “SOY” enojón, depresivo, ansioso, miedoso, tímido, tonta, fome, etc. date la oportunidad de estar en un error y prueba ESTAR distinto. Pregúntate cada vez que te sientas identificado con esas partes ¿qué haría mi parte sabia?, ¿qué haría mi parte simpática, alegre, tranquila, valiente, extrovertida, inteligente, entretenida, etc. en esta situación, cómo la enfrentaría? y, como dicen los estadounidenses “fake it until you make it”. Porque mientras más pongas en práctica el opuesto verás que pronto también te comenzarás a identificar (es decir a sentir que ERES) eso.


Recuerda, aunque lleves mucho tiempo ESTANDO como estás, no te convenzas de que te convertiste en eso. Ahora vuelve a pensar en las tres características de tu forma de ser que más te disgustan y chequea, ¿eres o estás?


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